La provincia de Granada presenta una gran variabilidad orográfica y climática que favorece las rutas de trashumancia, en busca de las diferentes floraciones, con el objeto de cubrir la mayor parte del año. Aprovechando las diferentes cotas altitudinales, las colmenas viajan entre la sierra, los valles y la costa.
Sin duda, el principal factor que confiere las peculiares características de la miel de Granada es la flora de la provincia. Se extienden 300.000 has de monte, ocupadas por plantas aromáticas, lo que hace que el aprovechamiento apícola sea muy importante. A esto hay que añadir extensiones importantes de castaños, naranjos, y en la zona litoral, los aguacates.